Empecemos con una de autobuses, que espero le sirva de ayuda al que algún día decida venir por aquí. Los autobuses ni salen a la hora que dicen ni tardan lo que prometen, ni siquiera paran cuando deben... Además, el karaoke repetitivo o las películas que ponen son para echarte a llorar, por lo que se aconsejan tapones o tu propia música. Por último, no olvidéis un foulard y un jersey ya que el aire acondicionado sale a chorros y las gargantas corren peligro -nosotros parecemos recién salidos de la primavera bilbaina, tan abrigaditos.
Con todo esto, el día ha comenzado con un trayecto que debería habernos dejado en Kampong Thom a eso de las 10:30, finalmente no ha sido hasta las 11:30 y encima sino le decimos que pare no se dónde hubieramos acabado. Nos ha tocado desandar un buen trecho. El calor empezaba a ser sofocante y claro, como estábamos lejos del centro ningún tuk-tuk en el horizonte. Y en estas que al más puro estilo Pekin-Express le hemos dado el alto a un señor que iba tan feliz junto a su hija en una especie de moto carro y con señas y la más grande de nuestras sonrisas nos ha acercado al centro del pueblo. Por supuesto que se ha llevado su propina.
Kompong Thom es solo un lugar de paso, donde ver unos templos de la época pre-angkoriana y que fueron descubiertos hace menos de 3 años en medio de una frondosa selva. El paseo totalmente en solitario ha merecido la pena... y si no, juzgad vosotros.
Pero llegar a Sambor Prey Kuk tiene un premio adicional y es que te permite adentrarte en una
Camboya más rural si cabe, en donde no todos los niños van a la escuela -aquí la enseñanza no es gratuita como era el caso de Sri Lanka- y se les ve corretear y jugar junto a sus casas de madera y paja... todo ello decorado con numerosos campos de arroz, palmeras, lagos... en definitiva una delicia para los sentidos.
Antes de coger el bus que nos ha traído hasta Siem Reap, parada en 'boxes' para que le arreglaran la moto al tuk-tukero y listos.
Por cierto, ya que hablamos de transportes, comentad que aquí la mayoría de la gente va en moto, y que la utilizan para llevar cualquier cosa...
Y para terminar la jornada, bañito en la piscina, ducha y cena al aire libre... y es que hay que coger fuerzas para los días que vienen por delante, ni más ni menos que los impresionantes templos de Angkor. Seguiremos informando.
Hola Chicos,
ResponderEliminarCreo que estais disfrutando como niños, lo reflejan las fotos. Y el transporte..., pues tiene que tener su punto de emoción y aventura el viaje.
Besitos.
P.D. Aquí seguimos en primavera.
Nos está gustando mucho vuestro viaje. Tiene una pinta genial.
ResponderEliminarSeguid disfrutando que os lo mereceis.
A5